“Nos duele cada víctima palestina inocente”
ENTREVISTA | Gil Artzyeli - Embajador de Israel en Chile

“Nos duele cada víctima palestina inocente”

Dando por cerrado los bullados impasses con el Gobierno del Presidente Boric, el embajador de Israel en Chile prefiere enfocarse en la fructífera relación de cooperación entre ambos países, impulsando innovaciones clave, por ejemplo para enfrentar la escasez de agua y promover el desarrollo sostenible. Artzyeli también aborda el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente. Reivindica lo que considera la legítima defensa de su pueblo, subrayando la importancia del diálogo para alcanzar la paz. Sin embargo, asegura que la reconciliación entre los pueblos es tanto o más importante que un acuerdo entre autoridades.


Por Danilo Phillipi

Al momento de arribar a Chile, Gil Artzyeli traía altas expectativas. Había escuchado y leído mucho del país austral como una excepción en América Latina. Después de dos años como embajador, afirma que las expectativas fueron superadas con creces. “Es un país súper organizado, institucionalizado, que hasta me da envidia, ya que es una cosa que falta en mi país”, comenta con simpatía este abogado nacido hace 60 años en la localidad de Beer Sheva, al sur de Israel. “Chile, además, es una nación sumamente democrática, lo que quedó demostrado en los dos procesos constitucionales, que fueron manejados de una forma impresionante. Si bien ambas propuestas fueron rechazadas, no conozco mejor forma de solucionar las diferencias y aceptar los resultados. Aquello debe ser motivo de orgullo para Chile”.

Con una extensa carrera diplomática, que ha desarrollado principalmente en países de habla hispana, como México, Colombia, España y Panamá, además de Estados Unidos, Artzyeli cree que Chile, gracias a su madurez institucional, se encuentra en una posición privilegiada para consolidar su liderazgo en la región, un desafío para el cual Israel aparece como un aliado inmejorable. “A Chile hay que compararlo más con los países europeos que con los países de la región”, sostiene. “En Latinoamérica se ubica en lo más alto y hoy está en condiciones de dar un salto cualitativo”.

Para Israel, innovar es como respirar, sostienen diversos autores que han indagado en las causas que explican el espectacular desarrollo israelí. Un territorio yermo y complicadas relaciones con sus vecinos llevaron a Israel a invertir fuertemente en tecnología a lo largo de sus 76 años de existencia, llegando a ser considerada en la actualidad una “nación startup”, cuna de algunas de las innovaciones más importantes del planeta, siendo punta de lanza en áreas como biotecnología, ciencia médica, energías renovables, inteligencia artificial y, cómo no, eficiencia hídrica. Con solo 20 mil kilómetros cuadrados y un 60% de superficie desértica, Israel ha luchado durante décadas contra la escasez de agua, logrando convertir en innovación sus necesidades. Por ello es que hoy en día el país no solo es líder global en la gestión de este recurso, sino que además comparte sus experiencias con el mundo a través de numerosos acuerdos de cooperación internacional. Con Chile en particular, Israel desarrolla un intenso trabajo bilateral, con especial acento en cultivos en zonas áridas, uso y manejo de recursos hídricos y tratamiento de aguas. Una relación que podría ser catalogada de estratégica, considerando el complejo escenario hídrico que enfrenta el país andino.

Chile atraviesa una crisis hídrica de proporciones. Sin embargo, imagino que su situación es considerablemente más ventajosa que la de Israel.

Nuestras condiciones tan adversas nos han obligado a ser súper eficientes, a invertir mucho en tecnología para conseguir más con menos recursos. Hoy el cambio climático está afectando a todos los países del mundo, y el agua es cada vez más escaza incluso en países que antes tuvieron el recurso en abundancia. Pero el problema no es la escasez, sino que la falta del manejo del agua.

Si el recurso se maneja de una forma responsable y eficiente, no hay escasez.

¿Cuáles han sido las claves de la política hídrica de Israel?

Hace más de 30 años tomamos la medida más importante, que fue crear la Autoridad Nacional del Agua, que está integrada por expertos, sin políticos, y que tiene un mandato: que haya agua para todos, para siempre y a precio justo. Ha cumplido con este deber a tal punto que el agua dejó de ser un tema de conversación en Israel. Antes de la Autoridad Nacional del Agua el encargado del agua era el ministro de Agricultura que, por supuesto, se preocupaba de los agricultores antes que todo, sin pensar en el futuro. El futuro de un ministro de Agricultura es el próximo año o las próximas elecciones. La Autoridad Nacional del Agua no piensa ni en los votantes, ni en el próximo año, sino que en las próximas décadas. Tiene una visión del futuro sin influencias políticas.

¿En qué ha consistido la estrategia de la Autoridad Nacional del Agua?

Primero, educación y ahorro, para aprovechar el agua disponible de forma eficiente, por ejemplo, riego por goteo. Segundo, reúso de aguas negras y grises. En la mayoría de los países del mundo el agua sucia es una carga; en Israel es un tesoro. El 100% de las aguas negras y grises las tratamos para que no sean un agente contaminante, y reutilizamos el 85%, es un récord mundial. Esta agua se utiliza para diferentes propósitos, incluida la agricultura, y por supuesto es cien por ciento saludable, higiénica y segura. Tercero, generar nuevas fuentes de agua, fundamentalmente desalinización. Hoy en día tenemos seis plantas enormes, de las más grandes del mundo, que son responsables de casi el 80% del agua potable y de la mitad del agua en general.

La desalinización, junto con las energías renovables, son ámbitos donde Israel está colaborando muy fuerte con Chile.

Efectivamente, está el proyecto Enapac, en Copiapó, controlado actualmente por la firma israelí Solaer, cuyo propósito es abastecer de agua a 15 mineras, transportando el recurso 200 km al oriente y al norte, a una altura de 2.000 msnm. Y todo con energía solar. Es un hito impresionante, que además contempla aguas para un proyecto agrícola. También está IDE Technologies, con mega proyectos de desalinización y, por último, Relix Water, empresa de ingenieros chilenos e israelíes que fabrica desalinizadoras de tipo modular con tecnología de punta israelí. Claramente, la desalinización es uno de los ámbitos más importantes de la cooperación entre Israel y Chile. Y quiero destacar que no se trata de una relación de compra-venta, sino que es una genuina relación de cooperación, con la participación activa de ingenieros chilenos, que incluye transferencia de tecnología y la generación de capacidades para el futuro.

LA GUERRA INFINITA

Pocas semanas antes de esta entrevista, Artzyeli había visitado las instalaciones de Relix Water en Quilicura, en el sector norte de Santiago. Una actividad protocolar que terminó convirtiéndose en un momento de gran emoción para el diplomático. A modo de homenaje, cada uno de los contenedores que albergaban a las desalinizadoras modulares habían sido bautizados con los nombres de los kibutz masacrados por Hamás y la Yihad Islámica aquel fatídico 7 de octubre de 2023. Be’eri, Nahal Oz, Magen, Kfar Aza, Nir Oz y el festival de música de Re’im fueron blanco de los terroristas que acabaron con la vida de 1.200 personas y secuestraron a centenares. Para muchos, la peor masacre de población judía desde el Holocausto.

Horas más tarde vendría la respuesta de Israel en Gaza, dejando miles de civiles muertos, en su mayoría mujeres y niños. La dura replesalia recibió la condena de una parte importante de la comunidad internacional, incluido el gobierno de Chile. El canciller Van Klaveren declararía a través de la red social X que “el uso de la fuerza contra civiles nunca es aceptable en los conflictos armados, aún en el ejercicio de la legítima defensa. Hacemos un llamado a todas las partes involucradas en los actos de violencia en Israel y los territorios palestinos a respetar ese principio básico… Eso vale para Hamás, la Jihad Islámica, el Estado de Israel y cualquier otro actor que intervenga en el conflicto”.

Utilizando el mismo medio, el embajador no tardó en responder al ministro: “Israel tiene todo el derecho, y la obligación, de defenderse! Muy desafortunado que mientras sigue el ataque que nos ha costado cientos de vidas de israelíes masacrados, heridos y secuestrados, se ponga en duda el derecho de Israel de defenderse. Mencionar a Israel junto con Hamás y la Yihad islámica, grupos terroristas islámicos apoyados por la dictadura iraní, es lamentable”.

A nueves meses de estos hechos, Artzyeli desdramatiza este y otros impasses con el gobierno del Presidente Boric. Los episodios “Van Klaveren”, “FIDAE” y “cartas credenciales”, asegura, son cosa del pasado. Hoy, prefiere poner el acento en los más de 70 años de “extraordinaria relación diplomática” entre ambos países. “Una de las cosas que no me deja de sorprender es la profundidad y la amplitud de las relaciones en todos los ámbitos, sea en agua, en agricultura, en defensa, en cyber, en el Sistema Nacional Satelital, en fin, el intercambio es muy amplio y me sorprende porque, a pesar de la gran distancia geográfica que nos separa, la cercanía entre los dos estados –y especialmente a nivel de empresa privada– es enorme. Como dijo hace 10 años el Presidente Piñera, entre Israel y Chile hay una sinergia tremenda que todavía no hemos aprovechado al máximo. Tengo la convicción de que esta relación bilateral fortalece la posición de Chile no solo en América Latina sino en el mundo”.

“Se puede simpatizar con Israel, apoyar a Israel y al mismo tiempo apoyar la causa palestina. Pero la causa de Hamás no es la causa palestina”.

¿La relación con el gobierno del Presidente Boric ha sido más compleja de lo que usted hubiera esperado?

Hemos pasado diferentes desafíos, pero estamos dialogando y obvio que el ambiente político, tomando en cuenta lo que sucede en Israel y en Gaza –que es una guerra que nos fue impuesta, nosotros no quisimos ni iniciamos esta guerra– provocó que surgieran algunas diferencias con el gobierno de Chile, que estamos conversando. Espero que cuando se publique esta entrevista esta guerra ya haya quedado atrás y podamos avanzar, para el bien de Israel, y de los palestinos que también merecen vivir en paz y tranquilidad. Pero mientras nos ataquen nos tocará defendernos.

¿Usted considera que el gobierno del Presidente Boric lleva adelante una política anti Israel?

No, el gobierno tiene sus posiciones. Nosotros dialogamos con gobiernos de todo el mundo y no todos coinciden cien por ciento con nuestro punto de vista y es legítimo. La idea de la diplomacia es conversar, dialogar, y si no estás de acuerdo con el otro, por lo menos entender su posición. Por la historia de Chile, entendemos la importancia que el país le otorga a los derechos humanos, que en Israel avalamos, es un punto en común que compartimos con Chile. Al contrario de otros que utilizan el término en vano, como dictaduras o incluso grupos terroristas, que para Israel no son ninguna referencia. Chile sí es una referencia, respetamos la opinión de Chile, es importante, y por eso queremos dialogar. A mi juicio, coincidimos mucho más de lo que parece. Con Chile nos unen valores democráticos y esa es el base de nuestra relación.

¿En un conflicto como el de Medio Oriente las muertes civiles son inevitables?

El ataque del 7 de octubre nos obligó, como lo haría cualquier otro país, a defendernos y desmantelar las capacidades militares de Hamás. Es lo que hemos estado haciendo en los últimos meses, así como intentar rescatar a nuestros secuestrados, sin perjudicar a la población civil palestina. Pero, lamentablemente, como en todas las guerras, y mucho más en guerras que se desarrollan en territorio urbano –que ellos lo han querido así, no nosotros– hay muertes de civiles. Lamento cada una de esas muertes, con toda sinceridad y de corazón, pero la responsabilidad de la tragedia en Gaza está radicada cien por ciento en Hamás y en el liderazgo palestino. Instalan a propósito sus capacidades militares, misiles, cohetes, armamento, municiones en hospitales, en colegios, en mezquitas. Piensan que esto les dará inmunidad. Sin embargo, según la ley internacional, no les otorga inmunidad. Si tú instalas tus operativos militares donde sea, tu adversario tiene derecho a desmantelarlo.

¿Entonces, Israel no ha transgredido la ley internacional?

Después del 7 de octubre cada persona entiende el peligro y la amenaza que representa esta guerra. Y nosotros estamos acatando la ley internacional y la ley internacional humanitaria al cien por ciento, haciendo todos los esfuerzos, más que cualquier otro ejército en la historia del mundo, de evitar víctimas civiles. Lamentablemente, en este escenario es imposible. Evacuamos, pedimos que la población se mueva de un lugar a otro para que no salga perjudicada… Realmente es muy lamentable, pero lo digo y lo repito mil veces, la responsabilidad radica en Hamás. Y la ironía es que a nosotros nos duele cada víctima civil palestina inocente, nos duele, a mí y al 99% de la población de Israel. En cambio, Hamás celebra las muertes israelíes… y también las muertes palestinas, porque a Hamás le interesa que mueren más palestinos para que después culpen a Israel. Esa es su ideología nefasta.

Actualmente, 139 de los 193 miembros de Naciones Unidas reconocen a Palestina como Estado. ¿La presión de la comunidad internacional no es un problema para Israel?

Diferentes primeros ministros israelíes han aceptado la idea de dos estados, incluido Netanyahu hasta cierto punto. Pero para eso se necesita el acuerdo de ambas partes. La idea de un Estado palestino en vez del Estado de Israel no la aceptamos, y es lo que Hamás desea y exige: aniquilar a Israel, y lo creemos, lo vimos el 7 de octubre. Esto se puede llevar a cabo solo a través de una negociación directa, de forma que el futuro Estado palestino no genere una amenaza a la existencia de Israel. Le quiero recordar que esta guerra no es solo con Hamás. Lo que está detrás es Irán, quien nos está atacando desde Gaza a través de Hamás, desde el Líbano a través de Hezbolá, desde Yemen a través de los hutíes, desde Siria, desde Irak y desde Irán misma y en todo el mundo. Estamos enfrentando siete frentes, ¡siete frentes!, con un territorio sin profundidad estratégica, más pequeño que la Región del Biobío. Es decir, no podemos perder ninguna batalla, porque aquello significa la eliminación de Israel. Entonces, ¿estamos paranoicos?, sí, ¿con razón?, sí. Hace 80 años durante el Holocausto no tuvimos capacidad de defendernos y nadie nos salvó del exterminio de un tercio de nuestro pueblo. Hoy sí podemos defendernos y vamos a ejercer nuestro derecho y capacidad de hacerlo.

Algunos analistas sostienen que la relación con Estados Unidos atraviesa por su peor momento en décadas…

No, de ninguna manera. Estados Unidos está de nuestro lado junto a la mayoría de las democracias del mundo. Hay diferencias, como también las hay con Alemania. Podemos discutir, pero como amigos, no como adversarios. Estados Unidos es un socio de Israel, tenemos el mismo propósito: erradicar a Hamás, y a veces existen diferencias respecto de cuál es la mejor táctica o el modus operandi más adecuado para lograrlo.

“Tengo la convicción de que esta relación bilateral fortalece la posición de Chile no solo en América Latina sino en el mundo”.

¿Qué piensa de la oleada de protestas en solidaridad con el pueblo palestino en las universidades de distintas partes del mundo?

Son protestas de pocas personas, no más de 100 o 200, muy vociferantes, sí, pero que no representan a nadie más que a ellos mismos. En el mundo democrático, donde la gente puede expresar su opinión, la mayoría de la población simpatiza con Israel, entiende a Israel, y existe un reconocimiento como el único país democrático de la región. Y aún más, se puede simpatizar con Israel, apoyar a Israel y al mismo tiempo apoyar la causa palestina. Apoyar la causa palestina no implica ser anti israelí. En esto es clave distinguir entre el pueblo palestino, que tiene una causa, que se puede discutir y llegar a un acuerdo… pero la causa de Hamás no es la causa palestina.

¿En este conflicto que ya se extiende por más de siete décadas, hay algo que Israel pudo haber hecho diferente en beneficio de la paz?

La guerra todavía no ha terminado. Llegará el día, una vez que la guerra termine, que lo vamos a analizar, y no tengo la menor duda que como cualquier otro país, gobierno o ejército, habrá cosas que, mirado en retrospectiva, se hubieran podido hacer de una forma diferente. Pero el tiempo para ese análisis todavía no ha llegado.

Embajador, ¿el conflicto en Medio Oriente tiene alguna posibilidad de solución?

Israel ha mostrado una y otra vez su disponibilidad e interés de hacer la paz. Si un liderazgo palestino, de buena fe, repito, de buena fe, quiere de verdad lograr la paz y no eliminar a Israel, vamos a encontrar una solución. Pero la paz no se construye solo entre gobiernos. La reconciliación entre los pueblos es tanto o más importante que un acuerdo entre autoridades. Mientras los palestinos no hagan un cambio educacional profundo, donde se les enseñe a los niños que hay que vivir en paz con el vecino y no intentar aniquilarlo, vamos a seguir viviendo en una situación bélica. Este es quizás el paso más importante para lograr la paz, cambiar las mentes y los corazones de los niños palestinos, que hoy son educados en el odio y en el resentimiento hacia Israel. El resultado de esto lo vimos el 7 de octubre. Como dice nuestro himno nacional, Hatikva, “no hemos perdido la esperanza de más de dos mil años de vivir en nuestra tierra en paz con nuestros vecinos”.